El largo viaje
Iniciamos esta
aventura con mucha ilusión y ganas de conocer el nuevo país que nos acojerá;
Colombia. Reunidos todos en el aeropuerto de Barcelona, la espera y los
trámites se volvían eternos puesto que las ganas de volar eran inmensas.
Las horas pasaban y todo se volvía cada vez más real, así pues
a la hora española 16.45h embarcamos
rumbo a nuestro primer y largo destino; Bogotá. Diez horas nos separaban de lo
que era nuestra estancia en estos 24 dias.
Amenizamos las horas de vuelo con películas, risas y muchas
fotos que muestran como lo pasamos.
Entre cabezada y cabezada
visualizamos ya lo que nos esperaba y las ganas se volvían más fuertes. El
atardecer nos pilló desprevenidos y desubicados.
Nos esperaba otro vuelo hasta Medellín, con prisas y algun
que otro despiste y susto por el camino llegamos a embarcar en el avión que nos
llevaría a Medellín. Tan solo media hora de reloj nos separaba entre Bogotá y Medellín. Un vuelo fugaz que hizo incluso que llegasemos más pronto de lo que
nos esperabamos.
Exhaustos ya de tanto ajetreo aterrizamos en el aeropuerto
de Medellín a las 23,30h hora de Colombia. Nos esperamos a que nos recogieran los
novicios y los hermanos, hospedados en el seminario de Medellín.
Uno de los primeros acontecimientos que no estaban en
nuestros planes era que gracias a un novicio que nos llevaba al seminario y su
despiste por la carretera hicimos una ruta turística por Medellín.
Por fin llegamos, nos acomodamos y caímos rendidos. El sueño
nos atrapó e iniciamos la cooperación en Colombia.
Atentamente Maria del Mar Navarro
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